Si acudes al festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz, cómo no darse un paseo por algunas de sus calles y plazas. Como ésta, la plaza de la Virgen Blanca,
En la balconada de arriba te saluda la escultura del represante por excelencia de las fiestas de Vitoria, que arrancan a primeros de agosto, el celedón
Vitoria, es una ciudad muy recoleta, que brinda al visitante magníficos monumentos, iglesias y museos. Sus habitantes están muy concienciados con lo 'ecológico' (fue Vitoria, una de las primeras en acogerse a la Agenda XXI). Llena de plazas donde sentarse a ver 'pasar' a otros turistas, Vitoria se convierte en un lugar para el disfrute.
La impresión que me dio cuando la visité, es que es acogedora y muy tranquila. Y es que, en esta ciudad hay tiempo para casi todo, incluso para casarse. No sólo de Jazz vive el hombre...
Fotos: Luison
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